El UCL-Ventura es un ventilador
de diseño hecho en 100 horas y
liberado para beneficio de la humanidad.
Leonel Sagahón
Siempre me ha intrigado cómo responden el diseño y los diseñadores ante circunstancias extremas, como lo son una guerra o la carrera espacial. Son esos momentos en los que se muestran nítidamente las necesidades, los usuarios, los tiempos y los recursos disponibles, y en los que, por supuesto, hay que hacer más con menos y muy rápidamente. Por ello, hace unos días, leí con interés cómo Donald Trump invocó la Ley de Producción de Defensa (que data de la guerra de Corea) para obligar al gigante General Motors a fabricar de inmediato los ventiladores necesarios para afrontar la crisis del Covid-19.
Hoy, vagabundeando por la red, como ustedes ahora, me topé con una nota titulada “El equipo Mercedes de Fórmula 1 fabrica 10 000 respiradores en 10 días y regala sus diseños”[1] que ya contaba con miles de likes. La curiosidad me llevó a husmear un poco más.
La nota la publica la plataforma RT en español, que dice ser “el primer canal de televisión ruso en idioma castellano con señal de alcance mundial”.[2] Al sospechar de otro complot ruso, me animé a seguir el hilo para conocer la generosidad de Mercedes Fórmula 1 y di con la verdadera información en las páginas de la vetusta pero avanzadísima University College London (UCL), fundada en 1826.[3]
No ha sido Mercedes Fórmula 1 la del mérito, sino un gran equipo multidisciplinario e interinstitucional encabezado por el Instituto de Ingeniería en Salud de la UCL y otras 14 instituciones, entre las que se encuentra Mercedes AMG High Performance Powertrains que es el centro de investigación y desarrollo del equipo F1 de Mercedes.[4]
La UCL cuenta con un ecosistema de instituciones asociadas que abarcan ingeniería, atención médica e industria, listas para ser movilizadas en tiempos de necesidad. Para un país que ha vivido numerosas guerras, es clara la necesidad de contar con un esquema que le permita combinar talentos y obtener soluciones rápidas a problemas urgentes. El despliegue, casi instantáneo, de estos socios para enfrentar los desafíos internacionales presentados por la crisis del Covid-19 es una verdadera demostración de colaboración.
Para diseñar el llamado UCL-Ventura en tan sólo 100 horas de trabajo (diez días) y contar con 10 000 respiradores en tiempo récord y a bajo costo, la propia UCL involucró a 12 especialistas de 9 de sus dependencias, que incluyen Ingeniería en Salud, Ingeniería Mecánica, Medicina Crítica y Cuidados Intensivos, Ciencias Médicas, Hospital, Investigación y Desarrollo, Comunicaciones y Marketing.
Mercedes-AMG High Performance Powertrains sólo aportó su experiencia en ingeniería y fabricación, y lo hizo como parte de las industrias asociadas a la UCL que participan en el proyecto Pitlane, que es un colectivo de varios equipos de Fórmula 1, con sede en el Reino Unido, congregadas para responder a las solicitudes de ayuda del gobierno británico en la producción de dispositivos médicos. El colectivo Pitlane contribuye con sus equipos especializados en el diseño rápido y la fabricación de prototipos, así como en pruebas y ensamblaje especializados. De esta manera, la capacidad de la F1 para responder rápidamente a los desafíos tecnológicos y de ingeniería, potencia a la ingeniería industrial británica en caso de urgencia.
Otros 3 socios de la industria incluyen a la Oxford Optronix, que fabrica los monitores de oxígeno para los dispositivos; a la Asociación de Empresas de Ingeniería y Fabricación, que facilita la red de proveedores, y a G-TEM, que apoya la logística y la distribución de los dispositivos en Inglaterra. Finalmente, la UCL Business ha facilitado el lanzamiento con licencia de los diseños para uso humanitario internacional a través de su nueva plataforma: <covid19research.uclb.com>, donde todas las naciones pueden descargar los planos y especificaciones necesarias para fabricar estos respiradores.
Este es sin duda un caso admirable de diseño que nos deja muchos aprendizajes para el futuro, no sólo porque resuelve en días una misión tan compleja, sino también por resolver anticipadamente las condiciones que lo posibilitan:
La existencia en Inglaterra de un mecanismo que prevé la potencial necesidad de reaccionar urgentemente a un problema de salud pública.
Que se pronostique que será un desafío “de diseño” y no “de política” o, si se quiere, que la política hace su parte anticipadamente para que lo que siga sea el diseño.
Que se utilice un esquema, de entrada, interdisciplinario e interinstitucional con la certeza de que los trabajos deberán ser necesariamente colaborativos.
Que sea una institución universitaria la responsable de articularlo todo y a todos: al gobierno, la academia y la industria.
Que el mecanismo allane las cortapisas burocráticas, protocolarias y presupuestales para lograr soluciones en tiempo récord.
Que se sume a los laboratorios de Fórmula 1 dada su capacidad para reaccionar de forma inmediata a retos de diseño, tecnología y producción.
En muchas partes del mundo se han estado diseñando soluciones para los retos que impone la crisis Covid-19. También en México hay varios casos. Me sorprenden dos por su similitud y por ser de universidades de Monterrey: uno del Tecnológico de Monterrey[5] y otro de estudiantes de Ingeniería en Mecatrónica de la Universidad de Monterrey (UDEM),[6] ambos equipos, por separado, trabajaron intensamente para mejorar el diseño de un ventilador desarrollado hace años por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Al parecer unos se enfocaron en mejorar la bolsa inflable y otros en el suministro de energía, pero ambos han propuesto utilizar materiales de bajo costo y fáciles de conseguir en México. Me pregunto si los dos equipos habrían podido trabajar juntos, mejorar los resultados y tener más capacidad de incidir en su posible utilización, pues cuando los periodistas le preguntaron al Dr. Hugo López-Gatell, responsable de la estrategia gubernamental contra el Covid-19, por éste y otros diseños, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud respondió que el gobierno “estaba evaluando” la funcionalidad y la conveniencia de las propuestas. Es natural que el gobierno tenga que verificar que lo diseñado es útil y no un riesgo, porque los diseños no han sido resultado de un esquema predefinido que incluya los requerimientos necesarios para que nazcan ya verificados y listos para usarse.
Sin embargo, al final el gobierno mexicano ha anunciado que solicitó a los Estados Unidos que le vendan 10 000 ventiladores, es decir, que los diseños mexicanos: a) siguen en evaluación, b) no pasaron la evaluación, c) se fabricarán, pero no son suficientes o d) ni siquiera fueron considerados como alternativa.
Mientras averiguamos qué ha sucedido, esta pandemia deja lecciones importantes al diseño, como la conveniencia de que éste sea una parte fundamental de la política pública de un país y no un lujo “cool” para enchular las ciudades. El diseño es —hoy lo sabemos— parte de estrategias para ganar batallas y salvar vidas.
Leonel Sagahón es diseñador, artista y editor.
Twitter: @leonelsaga
Fb: Leonel Sagahón
[1] <https://actualidad.rt.com/actualidad/349241-equipo-mercedes-formula-1-fabrica-respiradores?fbclid=IwAR01IPdOvmK0jH0yT9uyY6yTlC61z-AMds7hPmdqIc3TcAlPRdfhXoB05ZI> [2] <https://actualidad.rt.com/acerca/quienes_somos> [3] <https://www.ucl.ac.uk/healthcare-engineering/covid-19/ucl-ventura-breathing-aids-covid-19-patients> [4] <https://www.mercedes-amg-hpp.com/about-us/about-us-3/> [5] <https://tec.mx/es/noticias/monterrey/investigacion/trabajan-en-el-tec-en-ventilador-de-oxigeno-de-bajo-costo> [6] <https://www.unotv.com/noticias/portal/tecnologia/detalle/coronavirus-estudiantes-mexicanos-crean-respirador-artificial-de-bajo-costo-081582/?fbclid=IwAR2pnq3-Xycars-YzFqEUnBfdRYOlMJke4MuL7Yy_HJx6nFOvgAFODmmqt4>
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